miércoles, 12 de agosto de 2015

Riesgos a los que se enfrenta un emprendedor


La palabra riesgo y emprendimiento podrían intercambiarse. Hoy más que nunca, mucha gente no tiene más remedio que convertirse en emprendedor y buscarse un autoempleo o crear una empresa.

En los inicios, los emprendedores constantemente se van a realizar las siguientes preguntas, tratando de darles respuesta alejando los miedos y riesgos asociados:

¿MI PRODUCTO O SERVICIO, REALMENTE RESUELVE UNA NECESIDAD REAL DE LOS CLIENTES?
Mucha gente piensa que tienen un gran producto o servicio pero se olvidan de ponerse en la perspectiva del cliente. Antes de empezar a desarrollarlo, tienen que preguntarles si realmente van a querer el producto o servicio, si no, será demasiado tarde y habrán malgastado una gran cantidad de tiempo y dinero.

¿EL PLAN DE NEGOCIO ESTÁ BIEN ELABORADO?
El plan de negocio no son solo números; su verdadero sentido es obligar al emprendedor a reflexionar en profundidad sobre su proyecto y tener en cuenta una gran cantidad de variables que influirán en el éxito o fracaso del proyecto.

¿EL EQUIPO COMPARTIRÁ MI VISIÓN Y PASIÓN CAMINANDO EN LA MISMA DIRECCIÓN?
Si consiguen encontrar socios co-fundadores, ¿tendrán los mismos valores? ¿Estarán todos dispuestos a asumir los riesgos y en qué proporción? Un buen pacto de socios puede solucionar un montón de problemas que seguro que van a presentarse en un futuro próximo.

¿ME QUEDARÉ PRONTO SIN DINERO?
Esta última pregunta es la que más eleva el riesgo a emprender. El acceso a la financiación cada vez es más complicado, más cuando te exigen que avales personalmente.

Pero existen otros miedos, riesgos y peligros que no están asociados directamente con el negocio pero que pueden asestarle un susto no esperado. Por ejemplo, un buen seguro médico que incluya una indemnización por hospitalización puede proteger al emprendedor durante el periodo en el que no va a poder liderar su negocio; de esta manera puedes estar más tranquilo y preocuparte por lo que más importa: tu negocio.

Sin asumir riesgos no se puede innovar y lograr el éxito. Constantemente el emprendedor va a vivir en una montaña rusa y tendrá que estar dispuesto a ponerse diferentes sombreros. Tiene que estar preparado para cualquier contratiempo.

Fuente: EUREKA Blog