domingo, 10 de octubre de 2010

PARA EMPRENDEDORES

La buena educación
Por: Julio Escalante Rojas*
Domingo 10 de Octubre del 2010
Ni en el colegio ni en la universidad me enseñaron la importancia de hacer empresa. La formación tradicional con la que creció la gente de mi generación fijaba una ruta en la que debías ser el más capacitado para salir a buscar un empleo con currículum en mano. Se esperaba que fuésemos dependientes, escalemos en cargo y salario y luego nos jubilemos. En la mitad de los años ochenta y en los noventa, ser empresario no era una aspiración (como podría decir que lo es ahora), porque el hombre de negocios de entonces tenía imagen de explotador de sus empleados y porque la economía del país marchaba tan mal que iniciar una empresa podía ser una aventura de alto riesgo y con final seguro.

Pero los tiempos han cambiado. Hoy existen colegios de primaria y secundaria en los que se enseñan cursos de cómo hacer empresa. Hoy los institutos y las universidades tienen en su currículo de estudios de diversas carreras algún curso o programa complementario en el que se promueve el emprendimiento como una manera de decirle al estudiante que cuando egrese puede elegir el camino de ser el dueño de su empresa y crear empleo para los demás.

Sin embargo, esta iniciativa educativa que fomenta el emprendimiento es todavía casi exclusiva de las instituciones privadas. Es decir, un gran grupo de personas que no tiene los recursos económicos para estudiar allí no encuentra en la mayoría de los casos una oferta educativa pública y similar. Con la industria, el turismo o la gastronomía galopando hacia más auspiciosos horizontes, es vital que las autoridades asuman el liderazgo de dar una buena educación para las mayorías.
(*) Periodista de economía & Negocios

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