Para aportar valor tienes que contestar primero estas tres preguntas:
¿Qué es lo que la gente quiere?
Lo primero es pensar en el mercado, qué es lo que quieren.
La gente quiere más tiempo libre, más confianza, más amor, más tranquilidad…y quieren menos estrés, menos dificultad, menos conflictos y menos inseguridades.
¿Cómo encaja tu idea en lo que la gente quiere?
Piensa en beneficios (emociones) , no en características (descripciones)
Por ejemplo si tienes un programa de yoga, las características de tu programa pueden ser:
- Clase de yoga en veinte minutos
- Clase para personas ocupadas
- Clases online para acceder a ello desde cualquier parte
El beneficio sería:
- Preparación para tener un día relajante y sin estrés
- Ayuda a prepararte para estar mentalmente más atenta
- Empezar el día con control y satisfacción para sentirte más segura de ti misma
¿Por qué tu idea es mejor que la de la competencia?
Y aquí es dónde debes ser realista también, y hacer un buen estudio de mercado y de competencia.
A lo mejor ves que hay muchísima competencia para tu idea de clases de yoga, pero al hacer el estudio de mercado ves que aunque hay muchos programas de yoga, no hay programas de yoga para perder peso, o para dolores de espalda etc.
Para ello debes hacer un estudio de mercado en el que vas validando si esa primera idea es buena.
¿Qué lo es? Sigue adelante.
¿Qué no lo es? Vuelta a empezar el proceso.
Y así hasta que des con una idea que:
- La gente esté buscando.
- Que aporte beneficios al mercado
- Que no tenga mucha competencia porque es un nicho de mercado que no está atendido.
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